Cómo me enojaba a mi que en un seminario o taller me dijeran:
«Haga una lista de….»
«Piense y escriba en alguna vez que…»
Yo quería que me enseñaran la parte práctica de una vez, qué es lo que tenía que hacer específicamente para comenzar a lograr lo que buscaba.
Después de varios años de estudiar diferentes modelos de procesos de cambio, tanto a nivel organizacional como personal, puedo recomendarle:
Es precisamente por ahí donde hay que empezar.
Explicación.
En mis talleres en Costa Rica he ido aprendiendo tanto de cómo lograr el cambio en las personas y pasé por la etapa en dónde quería dar talleres que sólo contengan la estrategia de una vez, si bien es muy llamativo un taller así, había personas con las cuales trabajaba más de 6 meses y observaba que a pesar de que la información brindada era altamente valiosa, los participantes no la ponían en práctica a pesar de que en el taller salían motivados con la información.
!Así que faltaba algo! y ese algo está en todos los modelos para procesos de cambio, que es el primer paso:
La autoconsciencia.
Si la persona posee un conocimiento o recurso valiosos pero no es consciente de la necesidad o urgencia de usarlo, el conocimiento se perderá o se oxidará.
Si la persona está haciendo algo que le está perjudicando pero lo repite, es porque aún no es lo suficientemente consciente de la circunstancia.
Si usted hace cosas que dañan a otra persona, se lo dicen pero usted aun así se dice estoy yo en lo correcto aunque su relación se este definitivamente deteriorando, es posible que todavía no sea consciente del todo.
Algunas veces es con el tiempo en que nos hacemos lo suficientemente conscientes de una circunstancia anterior y nos decimos…
«»Si hubiera hecho esto…»
«Si hubiera aprovechado para…»
El punto aquí es que un nivel de autoconsciencia suficiente se puede encontrar en el presente.
Luego descubrí cómo se logra.
El proceso más funcional que ahora imparto en mis talleres curiosamente tiene que ver con lo que más me frustraba en los talleres que asistía. Precisamente porque no hacía o no estaba interesado en el proceso de autoconsciecia, era como:
Quererse subir al carro nuevo y comenzar a manejar sin la consciencia de la responsabilidad que implica, como hablar fuerte para hacerse entender sin ser consciente de la falta de respeto o la herida en la otra persona, como seguir consumiendo algo porque es rico pero sin la consciencia suficiente del daño dentro de 15 años a mi cuerpo.
En toda la práctica profesional hay diferentes formas de estimular la autoconsciencia, por ejemplo nadie puede mejorar su inteligencia emocional si primero no reconoce qué le enoja, bajo que circunstancias pierde el control, con quiénes, etc.
Esta es la mejor forma de instar la autoconsciencia:
Llevar el pensamiento a la escritura.
Este proceso ayuda a poner más atención a tu voz interna, fortalece y educa tu consciencia.
Este ejercicio lo utilizo para servicio al cliente, liderazgo, en cualquier tema prácticamente cuando los resultados no son los esperados, no nos gustan o simplemente queremos mejorarlo respecto a lo que sucede actualmente:
Cuando un resultado no grato a sucedido, no sólo hay que ignorarlo o quejarse, hay que ponerlo en papel y lápiz de la siguiente forma:
¿Qué fue lo que ayudó a que se diera?
¿Cómo estuvo mi tono de voz, paciencia, gestos, etc?
¿Qué debió suceder para que el resultado fuera mejor?
¿Qué haría diferente la próxima vez que suceda?
Sacar los pensamientos de la cabeza e irlos escribiendo permite ser más conscientes de las circunstancias y nos prepara mejor para una próxima.
Visualizamos y entendemos acciones o circunstancias que con «pensar en el aire» no las captamos tan profundamente.
Cualquiera que sea la circunstancia en la que requieras realizar un cambio, comienza por estimular la autocosciencia escribiendo lo que hace que te mantengas o se mantengan donde están, el error que se cometió o porque se dio un resultado no deseado.
Y supera la barrera del «Yo ya se que fue lo que pasó y porqué paso», ya que sólo cuando detalles en papel y lápiz visualizarás más cosas que tu suposición logra ver.