🤯 El poder invisible del entorno: Cómo las palomitas rancias revelaron un secreto del cambio.

En el libro Switch: Cómo cambiar las cosas cuando el cambio es difícil, los autores Chip Heath y Dan Heath explican cómo los seres humanos tomamos decisiones influenciadas por nuestro entorno, a menudo sin ser conscientes de ello. Uno de los estudios más ilustrativos que mencionan es el experimento de las palomitas de maíz en el cine, realizado por Brian Wansink y su equipo en la Universidad de Cornell. Este estudio demostró que el tamaño de los recipientes y el contexto en el que nos encontramos tienen un impacto profundo en nuestro comportamiento, incluso cuando no tiene sentido lógico.

 ¿Cómo se realizó el experimento? El equipo de investigadores reclutó a un grupo de asistentes a una función de cine y, antes de que comenzara la película, les entregó palomitas de maíz gratis. Sin embargo, había una diferencia clave en la muestra:

 Algunos participantes recibieron palomitas frescas y recién hechas. Otros recibieron palomitas rancias, que habían sido preparadas una semana antes y sabían a cartón.

Además, se distribuyeron cubetas de diferentes tamaños para analizar si la cantidad de comida disponible influía en la cantidad consumida.

Los investigadores midieron cuánto comían los asistentes y luego les preguntaron sobre la experiencia.

Resultados sorprendentes: Lo que el estudio reveló.

✅ Las personas comieron palomitas rancias sin darse cuenta Aunque los participantes afirmaron que las palomitas sabían mal, siguieron comiéndolas. Esto sugiere que el comportamiento de consumo no está únicamente determinado por el gusto o el hambre, sino por la disponibilidad del alimento y el contexto en el que se encuentra.

 ✅ El tamaño del envase impacta enormemente en el consumo Las personas que recibieron cubetas más grandes comieron hasta un 53% más de palomitas en comparación con quienes recibieron una cubeta más pequeña, independientemente de si las palomitas estaban frescas o rancias.

 ✅ El entorno influye más que la intención Muchos participantes negaron que el tamaño de la cubeta hubiera afectado la cantidad que comieron, pero los datos demostraban lo contrario. Este resultado enfatiza que muchas de nuestras decisiones no son conscientes, sino que están impulsadas por la estructura del entorno que nos rodea.

Lecciones del estudio: Cómo usarlo para cambiar hábitos.

📌 Cambiar el entorno en lugar de depender de la fuerza de voluntad. El estudio demuestra que si queremos cambiar hábitos, modificar el contexto es más efectivo que intentar ejercer control mental. Algunos ejemplos incluyen:

 Usar platos más pequeños si queremos comer menos. Mantener los snacks poco saludables fuera de la vista o del alcance. Diseñar espacios de trabajo que favorezcan la productividad (por ejemplo, eliminando distracciones).

📌 Rediseñar los hábitos con «empujones» (nudges). El concepto de «nudge» (pequeños empujones ambientales) se basa en hacer que la opción deseada sea la más fácil de seguir. Por ejemplo:

 Colocar frutas y verduras al frente en un buffet en lugar de alimentos poco saludables. Configurar el entorno de una oficina para que la colaboración sea natural y no forzada. Cambiar la disposición de los productos en un supermercado para influir en las decisiones de compra.

📌 Las soluciones más simples suelen ser las más efectivas. El estudio refuerza la idea de que no necesitamos una gran motivación para cambiar hábitos; a veces, basta con hacer que el mal hábito sea más difícil de realizar o que el buen hábito sea más accesible.

Cómo aplicar este conocimiento en el liderazgo, la consultoría y recursos humanos.

🔹 Liderazgo: Un líder puede usar este principio para fomentar comportamientos positivos en su equipo. Por ejemplo, si quiere que los empleados adopten una cultura de colaboración, puede rediseñar el espacio de trabajo colocando zonas de trabajo abiertas en lugar de oficinas cerradas, facilitando la interacción entre colaboradores. También puede establecer reuniones cortas de check-in para mantener la comunicación fluida sin que las tareas del día se acumulen.

 🔹 Consultoría: Un consultor puede usar esta técnica para ayudar a las empresas a optimizar procesos y aumentar la productividad. En lugar de pedirles a los empleados que sean más disciplinados, puede rediseñar los sistemas de trabajo para que las tareas importantes sean más visibles y accesibles, como automatizar recordatorios o cambiar la disposición de la información clave en las oficinas para facilitar su consulta.

 🔹 Recursos Humanos: En RR. HH., este enfoque puede aplicarse para mejorar la experiencia de los empleados. Si se quiere fomentar el bienestar, se pueden colocar estaciones de snacks saludables en lugar de máquinas expendedoras de comida chatarra o diseñar una distribución de escritorios que favorezca la ergonomía y la concentración. Si se desea reducir la procrastinación, se pueden implementar herramientas que bloqueen distracciones digitales en horarios laborales.

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