Cuando trabajamos con líderes y gerentes que buscan mejorar la motivación laboral en sus equipos, notamos un patrón recurrente: un enfoque excesivo en lo racional y una desconexión con el plano emocional.
Este enfoque suele reflejarse en frases como:
“Necesitamos que ellos hagan lo que deben hacer.” “Ustedes podrían hacerles ver la importancia de dar su mejor esfuerzo.”
Aunque estas peticiones son bienintencionadas, hay dos problemas inherentes:
1️⃣ Se centran exclusivamente en justificaciones racionales: “Deben hacerlo porque es importante,” “Es lo que corresponde.”
2️⃣ El líder delega la solución en terceros: Es decir, espera que alguien externo (como un capacitador) resuelva el problema.
¿El resultado? Cambios temporales, pero no permanentes.
El error clave: creer que basta con entender las razones.
Es fundamental entender que la motivación no se da solo en el plano racional; también ocurre en el plano emocional. Sin esta interacción entre pensamientos y sentimientos, los resultados son limitados.
Por ejemplo, discursos como:
“Deberías hacerlo porque es tu responsabilidad.” “Esto es lo que pasa si no cumples.”
Pueden funcionar a corto plazo, pero carecen del impacto necesario para motivar cambios duraderos.
El cambio comienza con los líderes.
Los resultados sostenibles en motivación laboral no dependen únicamente de capacitadores externos; requieren que los líderes se involucren emocionalmente con sus equipos. Esto significa:
Hablar en términos de beneficios para los colaboradores, no solo obligaciones.
- Transformar órdenes secas en invitaciones a colaborar.
- Generar un ambiente de respeto, confianza y reconocimiento.
Cuando los líderes asumen este rol, el impacto es significativo porque son ellos quienes pueden sostener el cambio en el día a día.
Un ejemplo práctico: transformar órdenes en motivación.
Comparemos estas dos formas de abordar un problema:
❌ Orden directa y racional: “Muchachos, ya son muchas quejas de los clientes. Por favor, lleguen a tiempo. Si esto sigue así…”
✅ Abordaje emocional y colaborativo: “Muchachos, los clientes se han quejado de tener que esperar. Ahora tenemos una oportunidad de mejora, y quiero que ustedes, que son los expertos, nos den sus mejores sugerencias.”
El primer enfoque crea presión y resistencia. El segundo genera respeto, involucración y sentido de logro.
¿Cómo capacitamos a los líderes para generar resultados sostenibles?
En nuestra estrategia de motivación laboral, nos enfocamos en preparar a líderes, gerentes y equipos de Recursos Humanos con herramientas basadas en la ciencia del comportamiento humano. Les enseñamos a:
Identificar y manejar las emociones propias y las de su equipo.
Convertir justificaciones racionales en mensajes que conecten emocionalmente.
Crear un ambiente que motive a los colaboradores a participar activamente en soluciones.
Esto no solo mejora el compromiso del equipo, sino que también fomenta la creatividad, la confianza y el sentido de pertenencia.
¿Por qué esto es importante para ti?
Si bien una tercera persona puede ofrecer conocimientos y estrategias, el verdadero cambio ocurre cuando los líderes internos adoptan un enfoque equilibrado entre lo racional y lo emocional. Ellos son quienes tienen la capacidad de generar vínculos y sostener el impacto a largo plazo.
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